martes, 14 de junio de 2011

Tratamientos para los trastornos de la conducta alimentaria

Lic. Verónica Abbate
Psicóloga. Mat 34861
EMDR Facilitator
Especialista en psicotrauma
vrncabbate@gmail.com.ar

Tratamiento validado para trastornos de la conducta alimentaria en niños y adolescentes.
¡Importancia de la intervención temprana!
La aproximación Maudsley se puede interpretar como un tratamiento intensivo, en el cual los padres de familia sostienen un papel activo y positivo con el fin de: ayudar a reponer el peso de su hija al nivel normal que se espera, tomando en cuenta la edad y altura del adolescente; devolver al adolescente el control sobre lo que come; y respaldar el desarrollo adolescente normal a través de sesiones detalladas sobre esas cuestiones vitales del desarrollo.
Un tratamiento más ‘tradicional’ de la AN sugiere que los esfuerzos clínicos deben basarse en el individuo. Aquellos que se adhieren estrictamente a una aproximación únicamente de tratamiento individual insistirán en que la participación de los padres de familia, sea cual sea el formato, es en el mejor de los casos, innecesario y en el peor, perjudicará el proceso de recuperación. De hecho, muchos de los proponentes de aquella aproximación considerarían que los ‘problemas familiares’ forman parte de la etiología de la AN. Sin duda, este punto de vista puede contribuir al sentimiento de culpa que prevalece entre los padres con respecto a la enfermedad de sus hijos. La Aproximación Maudsley se opone a la idea de que las familias sean patológicas, o que deban de ser culpadas por el desarrollo de la AN. Al contrario, la Aproximación Maudsley considera que los padres constituyen un recurso esencial para el tratamiento exitoso de la AN.
Primera fase: Recuperación del peso
La Aproximación Maudsley procede a lo largo de tres fases claramente definidas, llevándose a cabo generalmente entre 15 o 20 sesiones de tratamiento, a lo largo de un periodo de aproximadamente 12 meses. Durante la primera fase, también conocida como la fase para la recuperación del peso, el terapeuta se enfocará en: los peligros de una malnutrición severa asociados con la AN, tales como la hipotermia, los cambios en las hormonas de crecimiento, la disfunción cardiaca, y los cambios cognitivos y emocionales, sólo para nombrar algunos; además de la evaluación del patrón típico de interacción de la familia y sus hábitos alimenticios, apoyando a la vez a la familia para que logre realimentar a su hija. El terapeuta dedicará toda su energía a apoyar a los padres en su esfuerzo conjunto para recuperar el peso de su adolescente. A la vez, el terapeuta intentará alinear al paciente con sus hermanos. Generalmente, se lleva a cabo una comida familiar durante esta fase, que cumple con dos funciones: le permite al terapeuta observar los patrones típicos de interacción entre los miembros la familia con respecto a la alimentación, y le da al terapeuta una oportunidad de apoyar a los padres en sus esfuerzos para animar a su adolescente, logrando así que coma un poco más de lo que planeaba.
Los padres expresarán su simpatía y comprensión en cuanto al predicamento del adolescente –el de encontrarse ambivalente con respecto a este trastorno alimenticio debilitante--, mientras que a la vez, mantendrán una persistencia verbal en su expectativa de que la inanición no es una opción. Gran parte de esta primera fase de tratamiento se ocupará en entrenar a los padres, para que tengan éxito en la recuperación de peso de su hija, expresando su apoyo y empatía hacia el adolescente dado su predicamento grave --el haberse enredado con esta enfermedad--, y alineándola de nuevo con sus hermanos y pares. Esta alineación con los hermanos o pares significa ayudar al adolescente para que forme relaciones más fuertes y más adecuadas para su edad, en lugar de ‘dejarse llevar’ por la relación con sus padres.
Durante todo este proceso, el papel del terapeuta consistirá en modelar ante los padres una postura no crítica hacia el adolescente – la Aproximación Maudsley se adhiere al principio de que el adolescente no debe ser culpada por los comportamientos desafiantes de su trastorno alimenticio, sino que más bien, que esos síntomas se encuentran mayoritariamente fuera de su control, se exterioriza la enfermedad. En ningún momento debe interpretarse esta fase del tratamiento como una ‘luz verde’ para que los padres critiquen a su hija. Al contrario, el terapeuta trabajará muy duro para confrontar cualquier hostilidad o crítica paterna hacia el adolescente.
Segunda fase: Devolverle al adolescente el control sobre lo que come
La aceptación del paciente de las exigencias paternas se manifiesta a través de aumentar su consumo de alimentos, subir de peso de manera constante, y cambiar el estado anímico de la familia; todo esto señala el comienzo de la segunda fase del tratamiento.
Esta fase del tratamiento se enfocará en animar a los padres para que ayuden a su hija a tener más control sobre lo que come nuevamente. El terapeuta aconsejará a los padres, para que acepten que la tarea más importante aquí consiste en devolverle la salud física, y que eso ocurrirá de un modo que tendrá que ver ahora más que nada con la edad y su estilo de crianza. Aunque los síntomas siguen siendo centrales en las sesiones entre el terapeuta y la familia, se alentará el aumento de peso con un mínimo de tensiones. Además, todas las demás cuestiones generales en cuanto a la relación familiar, o cualquier dificultad con respecto a las preocupaciones diarias del adolescente o de los padres que la familia ha tenido que postergar, pueden ahora sacarse a la luz para su revisión. Esto, sin embargo, tendrá lugar únicamente en relación al efecto que estas cuestiones hayan tenido sobre los padres en la realización de su tarea de asegurar un aumento de peso constante. Por ejemplo: a lo mejor la paciente quiere salir con sus amigos para cenar y ver una película. Aun si los padres siguen con la duda de si su hija comerá totalmente por su propia voluntad, pueden exigir que cene con sus padres, para luego acompañar a sus amigos al cine.
Tercera fase: establecer una identidad adolescente saludable
Se inicia la tercera fase en cuanto el adolescente sea capaz de mantener un peso por encima del 95 por ciento de su peso ideal por su propia cuenta, y cuando se haya abatido la autoinanición.
El enfoque sobre el tratamiento comienza a trasladarse al impacto que ha tenido AN sobre la capacidad del individuo de establecer una identidad adolescente saludable. Esto involucra una revisión de las cuestiones centrales de la adolescencia, e incluye apoyar una autonomía personal cada vez mayor, el desarrollo de fronteras adecuadas entre padres e hijos, tanto como la necesidad de que los padres reorganicen su vida de pareja, después de que sus hijos salgan de la casa en un futuro dado.
En resumen, la Aproximación Maudsley resulta sumamente prometedora para la mayor parte de aquellos adolescentes que han estado enfermos durante periodos de tiempo relativamente cortos, es decir, menos de tres años. Este tratamiento con base en la familia puede prevenir la hospitalización, apoyando al adolescente para que se recupere, siempre y cuando los padres se consideren como un recurso, permitiéndoseles tomar un papel activo en el tratamiento. Hace poco, se redactó un manual clínico detallado especificando cómo los padres deben involucrarse en esta aproximación de tratamiento. Los mismos autores han publicado una guía para los padres de familia, que claramente especifica el papel positivo que pueden tomar en la recuperación de su hija.
Referencias
Le Grange, D., and J. Lock. 2005. The dearth of psychological treatment studies for anorexia nervosa. International Journal of Eating Disorders.
Eisler, I., Dare, C., Hodes, M., Russell, G., Dodge, E., and D. Le Grange. 2000. Family therapy for adolescent anorexia nervosa: the results of a controlled comparison of two family interventions. Journal of Child Psychology and Psychiatry.; Le Grange, D., Eisler, I., Dare, C., and G. Russell. 1992. Evaluation of family treatments in adolescent anorexia nervosa: a pilot study. International Journal of Eating Disorder.; Russell, G. F. M., Szmukler, G. I., Dare, C., and I. Eisler. 1987. Family therapy versus individual therapy for adolescent females with anorexia nervosa and bulimia nervosa. Archives of General Psychiatry.
Eisler, I., Dare, C., Russell, G. F. M., Szmukler, G. I., Le Grange, D., and E.Dodge. 1997. Family and individual therapy in anorexia nervosa: A five-year follow-up. Archives of General Psychiatry.
Le Grange, D., Binford, R., and K.L. Loeb. 2005. Manualized family-based treatment for anorexia nervosa: A case series. Journal of the American Academy of Child and Adolescent Psychiatry; Lock, J., Agras, W.S., Bryson, S., and H. Kraemer. 2005. A comparison of short- and long-term family therapy for adolescent anorexia nervosa. Journal of the American Academy of Child and Adolescent Psychiatry.
Lock, J., Le Grange, D., Agras, W. S., C. Dare. 2001. Treatment manual for anorexia nervosa: A family-based approach. New York: Guildford Publications, Inc.
Lock, J., and D. Le Grange. 2005. Help your teenager beat an eating disorder. New York: Guilford Press.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Ahondando en los trastornos de la conducta alimentaria

Verónica Abbate, psicóloga y especialista en psicotrauma nos facilitó información, fruto de sus investigaciones y trabajo con pacientes para que ahondemos un poco más en el conocimiento de la enfermedad y su complejidad. Es desde la comprensión desde dónde podemos movernos hacia la libertad.

Trastornos de la conducta alimentaria
La conducta alimentaria normal y sus desviaciones pueden comprenderse si se estudian bajo tres enfoques: neurobiológico, psicológico y relacional. Tanto factores biológicos, como los psicológicos y sociales actúan como elementos predisponentes, precipitantes y perpetuantes.
La clasificación de los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) se ha basado clásicamente en criterios descriptivos, diferenciando:
• Trastornos cuantitativos, que comprenden las anomalías por exceso de la ingesta (bulimia y potomanía) y por defecto (rechazo alimentario y anorexia).
• Trastornos cualitativos, o aberraciones alimentarias, que incluirían la pica o alotriofagia, y el mericismo o rumiación.
En el DSM IV (1995) la clasificación de los TCA incluye:
Anorexia nerviosa: Tipo restrictivo, Tipo compulsivo/purgativo
Bulimia nerviosa: Tipo purgativa, Tipo no purgativa
Trastorno de la conducta alimentaria no especificado: Casos parciales atípicos de anorexia nerviosa. Casos parciales atípicos de bulimia nerviosa. Trastorno compulsivo (Trastorno por atracón).

Criterios para el diagnóstico:

A. Rechazo a mantener el peso corporal igual o por encima del valor mínimo normal considerando la edad y la talla (p. ej., pérdida de peso que da lugar a un peso inferior al 85 % del esperable, o fracaso en conseguir el aumento de peso normal durante el período de crecimiento, dando como resultado un peso corporal inferior al 85 % del peso esperable).

B. Miedo intenso a ganar peso o a convertirse en obeso, incluso estando por debajo del peso normal.

C. Alteración de la percepción del peso o la silueta corporales, exageración de su importancia en la autoevaluación o negación del peligro que comporta el bajo peso corporal.

D. En las mujeres pos puberales, presencia de amenorrea; por ejemplo, ausencia de al menos tres ciclos menstruales consecutivos. (Se considera que una mujer presenta amenorrea cuando sus menstruaciones aparecen únicamente con tratamientos hormonales, p. ej., con la administración de estrógenos.).
Especificar el tipo:
Tipo restrictivo: durante el episodio de anorexia nerviosa, el individuo no recurre regularmente a atracones o a purgas (p. ej., provocación del vómito o uso excesivo de laxantes, diuréticos o enemas).
Tipo compulsivo/purgativo: durante el episodio de anorexia nerviosa, el individuo recurre regularmente a atracones o purgas (p. ej., provocación del vómito o uso excesivo de laxantes, diuréticos o enemas).

Criterios para el diagnóstico de Bulimia nerviosa


A. Presencia de atracones recurrentes. Un atracón se caracteriza por: 1. ingesta de alimento en un corto espacio de tiempo (p. ej., en un período de 2 horas) en cantidad superior a la que la mayoría de las personas ingerirían en un período de tiempo similar y en las mismas circunstancias 2. sensación de pérdida de control sobre la ingesta del alimento (p. ej., sensación de no poder parar de comer o no poder controlar el tipo o la cantidad de comida que se está ingiriendo)

B. Conductas compensatorias inapropiadas, de manera repetida, con el fin de no ganar peso, como son provocación del vómito; uso excesivo de laxantes, diuréticos, enemas u otros fármacos; ayuno, y ejercicio excesivo.

C. Los atracones y las conductas compensatorias inapropiadas tienen lugar, como promedio, al menos dos veces a la semana durante un período de 3 meses.

D. La autoevaluación está exageradamente influida por el peso y la silueta corporales. E. La alteración no aparece exclusivamente en el transcurso de la anorexia nerviosa.

Especificar tipo:
Tipo purgativo: durante el episodio de bulimia nerviosa, el individuo se provoca regularmente el vómito o usa laxantes, diuréticos o enemas en exceso.
Tipo no purgativo: durante el episodio de bulimia nerviosa, el individuo emplea otras conductas compensatorias inapropiadas, como el ayuno o el ejercicio intenso, pero no recurre regularmente a provocarse el vómito ni usa laxantes, diuréticos o enemas en exceso.


¿Por qué ocurren los Trastornos de la Conducta Alimentaria? TCA- Andrew Seubert
A primera vista no tienen sentido, así como no lo tiene el cortarse o cualquier otra conducta de riesgo. Pero toda conducta tiene un propósito, y éste es ego sintónico, “solo me siento mejor cuando no como”.
La etiología refleja el carácter multidimensional de estos trastornos. La genética puede jugar un papel importante. Predisposiciones familiares heredadas hacia la depresión, ansiedad, y problemas de autoestima así como perfeccionismo y rasgos obsesivo-compulsivos, acompañados de ansiedad.
Slade (1982) sugiere que el perfeccionismo es una de las condiciones para el desarrollo de anorexia nerviosa y lleva a una necesidad de control total sobre algún área de la vida de la persona.
Las interacciones familiares disfuncionales y la historia de apego son factores que pueden incrementar la vulnerabilidad hacia el desarrollo de un TCA. Como así también aumenta la probabilidad cuando alguno o ambos padres están preocupados en exceso por la imagen y la comida.
El contexto cultural que idealiza la delgadez juega también un rol importante. Bajo esta influencia sociocultural, la pubertad se vuelve una etapa en la que fácilmente se puede caer en estos trastornos. El impacto de situaciones traumáticas y pérdidas compromete a un sistema que viene debilitado por genética, cultura y experiencias. Cuando esto ocurre en una sociedad que exalta la delgadez y evita el dolor emocional, se crea el caldo de cultivo perfecto para el desarrollo de trastornos de la conducta alimentaria y disociación. TCA puede enmascarar estados del yo disociados que suman complicaciones al cuadro clínico.
Un patrón de restricción alimentaria puede enlentecer el metabolismo y como el propósito del organismo es sobrevivir, cualquier pequeña porción de comida pasa a ser asimilada. Esto es vivido como engordar, restringiéndose aun más, resultando en cambios de humor y en un organismo que ya no puede diferenciar entre hambre o saciedad. Estos factores se auto perpetuán.

Las razones de la existencia de estos trastornos entonces son neurobiológicas, culturales, de desarrollo, familiares, psicológicas y de historia traumática, todas contribuyen. La influencia de cada uno de ellos es debatible. Vivimos en un tiempo donde múltiples factores soportan la aparición de una desconexión somática, en la que nuestros cuerpos más que nunca son confrontados y llevados a cruzarse con la delgadez y falsa identidad. Por ende requiere de enorme colaboración entre terapeutas, psiquiatras, profesionales médicos, terapeutas creativos del arte, y nutricionistas, para comenzar con un abordaje interdisciplinario en la sanación de esta epidemia cultural.
Podemos conceptualizar los TCA como un problema de regulación emocional enraizada en una temprana historia de apego. Donde los síntomas son defensas hacia la experimentación de ciertas emociones, pensamientos, conflictos y fantasías. Por ejemplo las anoréxicas restringen la comida para sentirse en control, sentirse fuertes, aceptables, y poderosas. Las bulímicas y trastorno. Por Atracón se vuelcan a la comida como su primera fuente de confort, para poder afrontar y para experimentar completud emocional. Es decir que el TCA funciona como mecanismo de regulación emocional para evitar, minimizar o cambiar emociones que son muy difíciles de tolerar.

¿Cómo se desarrolla la regulación emocional?

En el proceso de maternización, las estrategias de regulación emocional se codifican a través de mecanismos psiconeurobiológicos para poder manejar el stress. Si los niños no son calmados por sus cuidadores, por ejemplo, se puede activar el sistema nervioso parasimpático para aquietar la hiperactivación, y entonces se produce disociación.
Importancia del apego
El apego puede definirse como regulación emocional diádica (Shore, 2003) El contexto social y emocional temprano mediado por los cuidadores primarios, influencian directamente el establecimiento de los circuitos responsables del futuro desarrollo de las capacidades de regulación social y emocional. (Shore, 2000)
Cuando ocurren problemas de apego, la capacidad de tolerancia y regulación emocional se ve comprometida. Así personas con apego inseguro son más vulnerables a baja autoestima y temas con la imagen corporal.
La persona con un desorden alimentario muchas veces, le cuesta diferenciar el sí mismo de otro, y esto conduce a la sensación de estar fuera de control, desconfianza, y sentimientos de inadecuación. No puede decir cómo o qué siente ya que el cuerpo es la representación concreta del límite entre yo y no-yo y la persona se encuentra desconectada de su cuerpo, no puede sentir somáticamente sus sentimientos.
El tratamiento de las experiencias negativas tempranas favoreciendo el procesamiento adaptativo de la información junto con una alianza terapéutica empática puede darle a la persona la oportunidad de rectificar problemas de apego.
Durante la fase de toma de historia clínica y planificación del tratamiento, interesa saber ¿cómo experiencia y se comporta esa persona?, ¿qué la conduzco a dónde está?, ¿qué es necesario aumentar en su vida el presente y en el futuro?. Debemos prestar especial atención a su historia de apego, desarrollo psicosocial, trauma e historia del desorden alimentario.
Varios cuestionarios son útiles para favorecer la recolección de información.
• DES
• EDI Inventario de trastornos de la alimentación (Garner, Olmsted, Polivy´s, 1983)
• EAT-40 Test de Actitudes hacia la alimentación
• BITE Test de Bulimia de Edimburgo
• AAI (George, Kaplan y Main´s, 1985)
• Genogramas (Maureen Kitchur´s,2005)

Para investigar la historia de Apego:
Describir la relación con sus padres.
5 adjetivos que describan la relación con cada uno de sus padres.
Cómo fueron las separaciones, cómo respondieron los padres?
Cómo disciplinaban los padres?
Cómo respondían cuando se lastimaban, enojaban o enfermaban?
Por qué creen que sus padres se comportaban de esa manera?
Cómo piensan que sus experiencias de la infancia impactan ahora?
Pérdidas, de padres u otros significativos, Cómo impacto esto en ellos?
Cómo es actualmente la relación con sus padres?
Otras disrupciones: cirugías, otras enfermedades.
Otras relaciones, amistades.
Estilos de apego
El estilo de apego nos habla sobre la calidad de relacionamiento de las personas y nos provee información sobre las creencias nucleares sobre las que es necesario trabajar en el tratamiento, así como nos informa sobre fortalezas, necesidades y déficits de una persona. Esta explicación viene de (Wesselman, 2000).

Apego Seguro: Tiene una mirada balanceada y realista de sí mismo y de los otros. Confía y disfruta de relaciones saludables. Es capaz de auto regularse y es resiliente frente al stress. El apego seguro es desarrollado a partir de los cuidadores que atendieron las necesidades del niño. Creencias nucleares: “Soy querible”.” Mis necesidades y sentimientos están bien.”

Apego Preocupado: Las relaciones tempranas se caracterizaron por ser de sobre involucración, dependencia y enredos. Tiende a ser ansioso, y sobrepasado por sentimientos, requiere más foco en regulación emocional y contención. Tiene una mirada de sí mismo no suficientemente buena, puede estar enojado, estresado, avergonzado, o ambivalente hacia las figuras de apego. Es común en los trastornos de la conducta alimentaria, especialmente en bulimia nerviosa. Creencias nucleares: “No soy querible”, Mis sentimientos y necesidades no están bien”.

Apego Abandono, rechazo:
Relaciones caracterizadas por distancia emocional, y ausencia de mutualidad. Muchas veces reprime memorias de vulnerabilidad y rechazo por parte de cuidadores significativos. Niega la importancia de las relaciones. Evita sentimientos de disconfort y no es reflexivo. Busca maneras de sentirse en control. Autoestima tenue y a veces grandiosa. Busca soluciones rápidas y tiende a ser defensiva, este estilo es común en anorexia nerviosa. Creencias nucleares: “No puedo confiar en nadie”, “No necesito cercanía”

Apego Desorganizado-miedoso: Los otros merecen desconfianza. Levanta muros, desea pero teme a la cercanía. Las memorias de la infancia pueden ser confusas, de temer, y se disparan emociones extremas. Es hipervigilante con los otros. Creencias nucleares: “Voy a ser lastimado”, “No soy querible”
Es muy importante poder identificar experiencias positivas de apego para usar como recursos, incluyendo mentores de la infancia, mascotas, otros miembros de la familia, maestros y amigos.

Historia del Trastorno de conducta alimentaria


Es necesario entender la relación del paciente con la comida desde mensajes familiares que identifiquen los disparadores (qué, dónde, cuándo, cuán a menudo, evento antecedente).
Peso: mayor, menor, deseado. Fluctuaciones. Historia de dietas: primera dieta, tipo de dieta, consumo típico, comidas x día, vómitos, laxantes, diuréticos, cuan a menudo, ejercicio.
Comida en la familia: Control parental de las comidas, comidas todos juntos, como eran, placenteras, forzadas, castigos, imaginar cena en lo de los padres, que sentimientos aparecen sobre cada persona, cual es la atmosfera ahí, como se sienten, ir de nuevo a la infancia. Similitudes entre ese momento u ahora (Orbach, 1998)
Mensajes famililares:
De la madre y del padre acerca de:
Comida era…
Comer era…
El peso era…
Mi cuerpo era…
Tener necesidades era…
Mis sentimientos eran…
Manejar los sentimientos era…
La satisfacción era …
Conceptualización del caso y plan de tratamiento:
Identificamos temas, patrones, déficits centrales, posibles blancos de tratamiento de eventos negativos y positivos. Es importante comenzar haciendo conexiones con el paciente entre síntomas y necesidades de dependencia, vergüenza, vulnerabilidad, y el odio a sí mismo y al cuerpo que frecuentemente está camuflado.
Una vez que el paciente esté estabilizado, esto es el paciente puede estar sintomático, pero el peso es estable, ingesta de calorías es suficiente, atracones y vómitos no son más que varias veces a la semana, y ha desarrollado habilidades de regulación emocional que le permite cambio de estado, se puede comenzar con otras fases del tratamiento. Muchos pacientes con TCA pueden ser ambivalentes con respecto a soltar los síntomas por la protección emocional que experimentan, pero a medida que su tolerancia y sentido de control aumenta esto puede ir cambiando.
La perturbación asociada a la imagen corporal es parte de los últimos blancos a reprocesar.
Preparación
Los TCA consisten en profundas protecciones contra emociones perturbadoras así que necesitan mucho trabajo en regulación emocional para aumentar su sentido de control, poder y competencia.
Las preguntas a considerar a medida que conceptualizamos el plan de tratamiento consisten en:
• Puede acceder a las experiencias traumáticas para permitir el procesamiento sin tener miedo de tener miedo?
• Puede cambiar estado?
• Puede auto apaciguarse de manera de poder permanecer en el presente?
• Puede mantener la atención dual?
• Tiene riesgos de salud significativos?
• Está desnutrido?
• La restricción alimentaria severa impide el procesamiento cognitivo
• Conductas suicidas o parasuicidas, ideación suicida?
• Negación extrema (común)
• Pobre control de los impulsos? (Automutilaciones, robos, gastos, consumo de sustancias)
• Disociación significativa
• Dificultades para tolerar experiencias positivas
• Alianza terapéutica inestable
• Crisis
Psicoeducación “Saber es Poder”
Incluye información y factores específicos de TCA, especialmente cuestiones médicas, nutrición, importancia del ejercicio, neurobiología de las emociones, y el rol del sistema nervioso en el stress.

Entender cómo funciona nuestra mente y nuestro cuerpo puede ser liberador. Nuestros pacientes habitualmente no entienden de qué manera funcionamos de acuerdo a ciertos patrones psicológicos y fisiológicos. Esta información puede contribuir a correrlos de la culpa y la vergüenza.
La mayoría de los TCA no pueden identificar sus sensaciones corporales, puede ser útil la técnica Somatic Experiencing, (Levine, 1997). Es importante ir muy despacio para facilitar la experiencia minimizando las defensas.
Explorar y entender la vergüenza que tiene sus raíces en la temprana historia disruptiva de apego. Haciéndolos sentir solos, culpables de la disfuncionalidad familiar, sentirse defectuosos, dañados y sin valor.
Trabajar con los estados del yo puede ser útil conceptualizando aspectos saludables y disfuncionales, delineándolos por roles, funciones, objetivos (la parte ansiosa, la que no come, la crítica) Se invita a las partes a interactuar, conociéndose, reunirse, dialogar.
Las experiencias tempranas de apego negativas y las experiencias traumáticas guardadas como información disfuncional son parte del origen de la patología.

NEUROBIOLOGIA DE LOS TRASTORNOS DE LA CONDUCTA ALIMENTARIA
¿Por qué algunas personas desarrollan TCA y otras no?
Muchos estudios apuntan a la comorbilidad y co-ocurrencia familiar entre TCA y TOC. Los TCA generalmente están precedidos por un evento de vida estresante o por algún desafío que excede los mecanismos individuales de afrontamiento. Esto resulta en un sentido de desamparo que altera el sistema psicológico y fisiológico.
El sistema límbico, nuestro centro de control emocional, controla el hipotálamo, bajo estrés suena una alarma que hace que el hipotálamo segregue (CRH)corticotrofina, a su vez esto estimula la glandula pituitaria que segrega (ACTH) adenocorticotrofina. Como respuesta el sistema nervioso simpático segrega epinefrina y norepinefrina, que incrementan la frecuencia cardíaca, respiración, presión sanguínea, activando el reflejo de ataque y huida, preparándose para el peligro.
La glandula adrenal responde al (ACTH) segregando cortisol, lo que le dice al sistema límbico cuando el peligro terminó. La alarma se cierra y el cuerpo vuelve al equilibrio. Bajo situaciones de estrés crónico, la liberación continua de cortisol agota la glándula adrenal.

Bibliografía
Vallejo Ruiloba, J. “Introducción a la psicopatología y la psiquiatría”, Masson S.A
DSM IV, “Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales”, Masson
Robin, Shapiro, “Emdr Solutions II, For depression, Eating Disorders, Performance, and more”




lunes, 19 de octubre de 2009

puntos de vista


Ayer mis primitos, que tienen entre 8 y 12 años, miraban una peli en la tele, que tiene a Demi Lobato y a Selena Gomez como protagonistas (estrellas de Disney, ídolas de niños y adolescentes...). Uno de ellos me pregunta: ¿te parece linda Demi? - yo contesto sí, más o menos, no es tan linda. Y mi primo acota "ES GORDA".
Mis ojos se salieron de sus órbitas. "¿Gorda? ¿Dónde gorda? ¿Pero qué estás viendo?"
Y justo hay un plano donde ella camina, se la ve de cuerpo entero. Un cuerpo hermoso, armónico, con lindas curvas. "¿Pero eso te parece gordo? Tiene un cuerpo re lindo!!" le digo.
Y me contestan mis otras primas "No, es que mirá a Selena, ella es flaca." Y la chica que mencionan aparece, con sus brazos flaquitos, escuálida.
No podía salir de mi asombro, indignada por el concepto distorsionado que ya tienen incorporado, de lo que es un cuerpo flaco, un cuerpo gordo, un cuerpo bello. Sobre todo, porque era EL TEMA de conversación, todos opinaban sobre esto.

Mi tía entró a la habitación, y justo estábamos jugando a decir algo moviendo los labios, que el otro debía interpretar. Una de mis primas gesticula, y mi primo le lee los labios y dice en voz alta "tu mamá es gorda".
Me quedé helada, sin reacción. Primero, por la crueldad de mi primita ...Que eso sea lo primero que se le venga a la mente! Segundo, por ver a mi tía ahí, parada, escuchando en silencio las crueldades que los chicos decían sobre ella, delante de sus ojos! "Sí, mi mamá es gorda", justificaban sus hijos. Y yo ahí salí de mi estupefacción: "tu mamá es hermosa. ¿Qué estás diciendo?" Y ellos decían "pero está gorda".
Y mi tía, un poco riéndose para salir del apuro, dijo "bueno, ahora subí un poquito, pero igual me dí cuenta que me gusta ser gordita. Me siento más sensual. Como que flaca, siento que no soy atractiva, me gusta estar pechugona."
Me alegró mucho esa respuesta.

¿Por qué todas tenemos que ser flacas? ¿Por qué una se siente fea cuando ya tiene unos kilos de más?
Siento que está todo distorsionado.
¿Qué le están enseñando a los niños? ¿Que un cuerpo gordo es feo, que un cuerpo flaco es bello? ¿Que eso es lo que vale? ¿Es lo primero que miran?

Capítulo aparte, pero que está relacionado: mis primitos querían convencerme de que me tengo que comprar un celular con cámara y mp3. Que mi celular es feo y viejo. Yo me reía y les pedía que me convencieran, que me hicieran ver la necesidad de tenerlo. Obviamente no sabían explicarlo, sólo me decían "no podés tener ese". Casi que les daba vergüenza que yo tuviera un celular "normal" (para mí) - "horrible" (para ellos). Mi primito hasta me ofreció regalarme uno cuando tenga plata.

De nuevo ¿Qué es lo que priorizan? ¿Valoran el tener más que el ser? Es una pregunta muy filosófica, espiritual o como quieran llamarle. Pero si los niños le dan valor a uno por tener un celular de última generación, o un cuerpo flaco, ¿dónde está puesto el foco? ¿Qué va a ser de ellos cuando crezcan? Ojalá se despierten. Pero está en los padres, en primera instancia, abrirles los ojos.

Pia
Una modelo de Ralph Lauren que fue retocada dice que la despidieron por sobrepeso

Nueva York, 14 oct (EFE).- Una modelo cuyo rostro fue superpuesto al de otra mujer mucho más delgada para una campaña publicitaria de Ralph Lauren aseguró que la firma estadounidense la despidió al considerar que tenía sobrepeso, informó hoy el diario Daily News.

"Me despidieron porque decían que tenía sobrepeso y que ya no cabía más en sus prendas", dijo al rotativo neoyorquino Filippa Hamilton, la modelo de 23 años que hasta el pasado abril trabajaba para Ralph Lauren y que protagonizó una campaña para la conocida firma en la que asombraba la desproporción de su supuesto cuerpo.

La modelo, que mide 1,77 metros y pesa cerca de 55 kilos, reconoció que, cuando vio el anuncio que la conocida compañía lanzó en unos grandes almacenes de Japón, se quedó "horrorizada al contemplar a una chica súper delgada" con su cara.

"Creo que es muy triste que Ralph Lauren haya hecho algo así", aseguró Hamilton, que trabajaba desde 2002 para una compañía a la que consideraba como "una segunda familia" hasta que fue despedida este mismo año.

La modelo aseguró que la conocida firma de moda le debe "una gran disculpa a todas las mujeres estadounidenses" y se mostró "muy orgullosa" de su aspecto físico, ya que considera que "una modelo debe tener un aspecto saludable".

El abogado de Hamilton, Geoffrey Menin, dijo al diario neoyorquino que la imagen distribuida por Ralph Lauren es "una desagradable manipulación de la imagen real de la modelo y que será gravemente perjudicial para ésta".

Ralph Lauren, por su parte, emitió un comunicado que recoge el diario neoyorquino en el que asegura que la modelo es "hermosa y sana" y que su relación profesional se dio por terminada debido a "su incapacidad de cumplir con sus obligaciones contractuales".

"Se distribuyó la imagen en cuestión por error y se usó en unos grandes almacenes de Japón. Reconocemos toda nuestra responsabilidad", señalaron los portavoces de Ralph Lauren, quienes aseguran que "ese error no tiene nada que ver" con su relación con Filippa Hamilton.

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¿Qué opinan? Es una locura, no?
¿Realmente hay gente que ve la imagen de la izquierda como un modelo a seguir???


Pia

viernes, 14 de agosto de 2009

HAY QUE DEJARSE AYUDAR


Yo soy de las que me gusta ayudar, me gusta escuchar a mis amigos, dar consejos, hacerme un tiempo para darles una mano en lo que necesiten, pero era muy dura para dejarme ayudar, porque pedir ayuda significaba abrirme y decirle al otro lo que me estaba faltando, era reconocer que estaba mal por algo y que no podía resolverlo sola. Me gustaba mucho tener la imagen de la que siempre está bien.
En el tratamiento lo primero que te enseñan es a pedir ayuda, todo está organizado para que el grupo la preste y la reciba, sin embargo es una de las lecciones que más cuesta poner en práctica. Escribir una carta y hacer una llamada pidiendo ayuda puede tomarte meses.
Antes yo sentía mucho placer ayudando, y hasta ahora es gratificante saber que pudiste hacer feliz a alguien, pero también ahora siento un enorme bienestar cuando me dejo ayudar, porque me sincero y me ayudan a ver otros puntos de vista, me saco la angustia y al poner en palabras lo que me pasa, los problemas de achican, como si teniéndolos en la cabeza fueran más grande de lo que son, pero también la persona que te ayuda se beneficia, porque se siente útil. Me doy cuenta como dejándome ayudar, he mejorado mi relación con mis amigos más cercanos, porque es un ida y vuelta, a veces ellos necesitan de mis palabras, y a veces yo de la de ellos, nos mostramos como somos, perfectos e imperfectos, generosos y mezquinos, sabios y tontos.
Creo que antes no pedía ayuda porque me daba vergüenza mostrar mis debilidades, mis carencias, mis partes feas. La vergüenza es un sentimiento terrible, nos encierra en nosotros mismos y no te deja compartir con el resto lo que te pasa, y cuando te abres, te das cuenta que a casi todos les pasa lo mismo que a ti, que todos también han sentido miedo de hacer las cosas mal, miedo de perder a alguien, miedo de fracasar, miedo de seguir, que todos nos hemos sentido tontos, inútiles, abandonados. Cuando te abres y conversas de alma a alma con otro, aprendes sobre ti mismo y sobre las experiencias ajenas, que pueden serte muy útiles para crecer o salir del atolladero dónde estás.
Para las personas con adicciones, con anorexia o bulimia, dejarse ayudar es avanzar en la mitad de su curación, por eso escapamos tanto a recibir ayuda, porque seguimos pensando que a nuestra manera nos las arreglamos, tenemos miedo de desnudarnos, de decir nuestra verdad, y sobretodo tenemos miedo de soltar nuestra enfermedad que es la que nos mantiene protegidos del mundo.
Pedir ayuda es un ejercicio que se aprende y una herramienta que usada en el momento justo, puede salvar nuestra vida.
Yo me siento curada de mi anorexia y bulimia, pero siempre estoy atenta, es como mi talón de Aquiles, y ya varias veces me he salvado de recaer usando el mejor recurso que tengo para vivir feliz: la ayuda sincera de la gente que me quiere.
A veces creemos que nadie nos quiere ayudar, que no le importamos a nadie, eso es falso, lo que pasa es que no sabemos pedir ayuda y lo que es peor, no la queremos recibir y alejamos de nosotros a los que se nos acercan con esas intenciones.

viernes, 12 de junio de 2009

PURITA VIDA


Hola

hace mucho que no escribimos. Hemos estado pariendo. Yo parí un hijo, Pia un documental y Vero una ola de creaciones artísticas que van desde libros de comida hasta exposiciones de fotos.
A la carga nuevamente, yo no quiero dejar este blog, es un espacio donde hablo sobre la enfermedad que viví y siento que tal vez mi experiencia pueda ayudar en algo. Pero no solo ayuda hablar de la enfermedad, sino también, de los valores que una vida sana nos brinda, porque como sociedad andamos medios descarrilados y a veces compramos falsos valores, y digo falsos, porque en vez de ayudarnos a construir bienestar, nos destruyen. La lista es larga, hay miles de creencias raras dando vueltas, por ejemplo que para ser bellos hay que ser flacos, que para ser valiosos hay que tener éxito laboral y éxito laboral es aquel que se mide en dinero y reconocimiento. Creemos que es así y nos desesperamos por entrar en esos casilleros, creo que con el fin de que nos amen y nos aprueben. Es que tenemos la autoestima muy baja.

Hay que mirarnos más, pero no en el espejo, porque nos quedamos prendados de nuestra linda cara, que ya conocemos al revés y al derecho de tanto mirarnos. Hay que mirarnos más los deseos y mirar todas las culpas que echamos a los demás por no dejarnos ser nosotros mismos. Echamos la culpa a nuestro padres, a nuestro pasado, a nuestros hijos, a nuestra suerte, a nuestra capacidad o incapacidad, a la edad, al cuerpo, a la estatura, al peso, echamos culpas todo el tiempo para no hacernos responsables de lo que nos pasa, para tener una excusa de no realizar nuestros deseos porque nos da miedo.

No digo que sea fácil tomar las riendas de nuestra vida, es una tarea que no acaba nunca, pero hay que hacerla y cada día iremos avanzando un poquito más.

Cuando llegamos al punto de tener una enfermedad como anorexia o bulimia, ya no podemos hacer solos esta tarea, necesitamos ayuda profesional, porque la voluntad está en silla de ruedas, pero igual hay que ayudar a los médicos. Así sintamos que somos la peor cosa del mundo, así sintamos que queremos morir, asín sintamos que somos horribles y gordas, debemos luchar por salvar nuestra esencia, debemos estirar la mano para pedir ayuda, porque toda vida merece vivir bien, para eso exisJustificar a ambos ladoste y nosotros somos purita vida.

viernes, 20 de febrero de 2009

CARO

Caro come a ratos sin parar y luego se deprime, se siente horrible y gorda. Su doctor le ha diagnosticado la enfermedad de comedor compulsivo o algo así.
Caro cree que lo que tiene es peor que la anorexia y bulimia porque al menos las anoréxicas son flacas y las bulímicas vomitan todo, en cambio ella se queda con la comida adentro y se engorda inevitablemente.

A Caro la conozco desde la adolescencia, le gustaba actuar, bailar y cantar y cuando creció se convirtió en artista. Ahora hace tiempo que no trabaja porque le da verguenza que la vean, porque cree que no es tan buena en lo que hace. El mes pasado me la crucé después de varios años de no verla, estaba preciosa, con esos ojazos azules que eran la envidia de todas, su piel canela y su boca carnosa. Miles de chicas querrían tener los rasgos de su cara, su pelo, su altura, su forma desenvuelta de hablar y de mirar, pero ella no ve todo eso, solo se mira con ojos críticos que siempre encuentran defectos.
Cuando la vi supe que su alma era la misma de cuando éramos niñas, pero también supe que algo de su esencia se había encarcelado. Sufría, me lo confesó. Ella quería volver a actuar pero no sabía cómo empezar de nuevo, su enfermedad la hacía inestable, aveces estaba bien y aveces estaba mal, se sentía vulnerable, perdida.
Nos intercambiamos teléfonos para no perdernos de vista nuevamente.

A mi me gustaría que regrese a la tele, yo la vi actuando algunas veces y creo que tiene talento, tiene carisma y me da pena que deje su pasión de lado porque se siente fea y gorda.
Le he aconsejado ir a un especialista para tratar su enfermedad pero lo posterga, siempre hay otra cosa más urgente que hacer.
Ella dice que las anoréxicas al menos tienen el consuelo de bajar de peso, MENTIRA, yo fuí anoréxica y mientras más flaca estaba más gorda me sentía y me veía y menos quería salir. Y también fuí bulímica y cuando por fin llegaba a una imagen mía que me gustaba, la disfrutaba por pocos días u horas, porque nuevamente volvía a verme mal.

Ella sabe que no se trata de su cuerpo. Hay cientos de actrices exitosas que no son flacas ni esqueléticas. Se trata del alma, de la cabeza, eso es lo que hay que curar.
El medio de la actuación, cualquier medio de trabajo, es duro y competitivo, y lo importante para poder vencer es tener fuerte la identidad y la autoestima.

vanessa